13 ago 2011

Una Realidad,



Creía que el era todo hasta que descubrí que en verdad no era nada.
También creí saberlo todo, puse mis manos al fuego y me arriesgué a amarte como nunca lo había hecho antes, ya era demasiado tarde para darme cuenta de la realidad, porque luego no te pude olvidar.
Y así fue que delirando y con un corazón roto aprendí que el futuro solo se deja en las manos del destino.
Solo el cruel destino sabe el futuro de cada uno y solo yo se que debo vivir el presente sin preocuparme por un pasado que ya paso y por un mañana que aún no a llegado

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